Me está resultando difícil hacer la crónica de esta jornada. Normalmente, como ya habréis visto quienes las leéis, no me gusta vincular los partidos a las actuaciones arbitrales, y cuando realizo algún comentario sobre los mismos es más por alguna cuestión de actitud más que de aptitud, pero esta semana me resulta complicado desvincular el partido que presencie de la actuación arbitral, y no por el resultado en sí, como trataré brevemente de explicar (bueno ya sabéis que breve, lo que se dice breve no suelen ser mis comentarios). Es cierto que el reglamento está para aplicarlo en todas las categorías, pero no es menos cierto que, igual que a los entrenadores se les inculca que los chavales de estas edades están en periodo de formación y debe primar esta sobre los resultados, a los señores colegiados también se les debería indicar que primero hay que formar y luego sancionar, y es que no es de recibo que, en un partido donde no hubo ni una sola mala entrada por parte de los chicos, y en eso coincidíamos los dos equipos, se sacasen 4 ó 5 tarjetas amarillas, y aún más, asistimos atónitos a un concierto de pito de tal magnitud que a los 15 minutos ya había acabado con el juego, sacando de sus casillas a jugadores, entrenadores y público en general, y es que no éramos capaces de realizar 2 pases seguidos sin que se pitase algo, roces sin importancia, sin una sola ley de la ventaja, así que los chicos se olvidaron de jugar y estaban más pendientes del señor colegiado.
Comenzó el partido y los visitantes salieron dispuestos a resolver con prontitud, el juego era por momentos brillante, con continuas llegadas por ambas bandas y con un juego combinativo que desbordaba a un Valdefierro que apenas podía salir de su campo. Así, tras 2 o 3 buenas acciones que no se culminaron por poco, llegó la primera muestra del talante del de negro; una jugada de un jugador rojillo es cortada en falta por un defensor local con una falta, ante lo cual el señor colegiado muestra tarjeta amarilla al defensor, que ni él ni los aficionados de ambos conjuntos se creían lo que le ocurría. ya que la falta no merecía semejante castigo Se va a sacar la falta y lanzador visitante la ejecuta, con la barrera y el portero en su sitio, pero antes que el árbitro pitase, y tarjeta amarilla, sin advertencia ni nada. Se repite la falta y el balón da en el larguero en una nueva ocasión visitante. Fruto del claro dominio de los de torrero llegó el penaty, por clara mano en el área que significaría el 0-1 sobre el minuto 15 de la primera mitad. Pero en la jugada siguiente, el primer acercamiento al área del Valdefierro significó otro claro penalty, en el que además se tuvo que retirar por lesión el jugador del Montecarlo, por suerte sin nada grave. !Animo Rubén, el sábado estás otra vez en marcha¡. En esta ocasión falló el lanzador local, y aunque el dominio seguía siendo de los visitantes, se acercó el Valdefierro con peligro en otra acción aislada que se fue fuera por poco, mientras que los visitantes, ya sin tanta fluidez como al principio tuvieron otras 3 ocasiones en las que el portero local estuvo muy acertado en su salida. Así terminó la primera mitad, en la que apenas se jugó 10 minutos de tiempo real, lo que el colegiado permitió, y en la que los chicos se fueron del partido por tantos parones en el juego.
Comenzó el segundo periodo y el dominio del Montecarlo se hizo más patente si cabe, y tuvieron varias llegadas con peligro así como numerosos fueras de juego señalados por el colegiado, unos acertados y otros no, pero que se unían al concierto de pito. Sobre el minuto 7 de este periodo, un jugador visitante ejecuta una falta en el centro del campo, antes de que el colegiado de el pitido correspondiente, y este le enseña una nueva tarjeta amarilla, otra por el mismo motivo, ante la indignación de propios y extraños. El Montecarlo incremento el dominio y así, a la salida de un corner llegó el 0-2 que dejaba el partido sentenciado en el resultado (min. 10), porque en el juego ya se había encargado de sentenciarlo el colegiado, que continuó con el recital hasta el final. Aún tuvo tiempo el Valdefierro de hacer su gol sobre el minuto 20 de esta segunda mitad, en saque de falta al borde del área, falta que le pita al portero visitante por tocar el balón con las manos fuera del área, pero que el chaval, inmóvil con el balón en el suelo, demostró que estaba dentro, pero el árbitro ya no cedió, y menos mal que no lo expulsó. Poco más ocurrió en el partido, más dominio del Montecarlo, con varias buenas llegadas y un posible penalty por derribo del portero, pero el marcador ya no se movería.
Resumiendo, dominio total pero infructuoso de los de torrero ante un Valdefierro que sólo se acercó 3 veces a la portería visitante y pudo conseguir 2 goles si no llega a fallar el penalty.
Lo del árbitro lamentable, el sólo se cargó un partido que había empezado muy bien, y es que le debían haber regalado el pito por el día del padre y lo tenía que usar a toda costa. Vaya rollo que me ha salido.