Poca historia tuvo el partido disputado el sábado en el José Luis Violeta, donde el colista "pagó los platos rotos" de la derrota que los rojillos habían sufrido el jueves ante el Olivar; y es que dolió esa derrota y los chicos del Montecarlo salieron con una tensión algo superior a la normal y pronto hicieron valer la diferencia existente en la tabla clasificatoria.
Salió el Montecarlo decidido a dejar el partido sentenciado lo antes posible, y tras unos minutos de tanteo llegó el primer gol a los 5 minutos. Casi la única llegada con peligro de La Unión, fue una falta magistralmente lanzada por los visitantes y que hubiese significado el 1-1 de nos ser por la gran intervención del portero local. Pudo cambiar algo el signo del partido de haber conseguido el empate, pero pocos minutos después llegó el 2-0 y al descanso ya había llegado el 3-0.
Todo continuó igual en la segunda parte y lo goles fueron llegando poco a poco hasta el 7-0 final, sin que La Unión pudiera hacer nada para evitarlo y sin crear tan apenas sensación de peligro sobre la portería rojilla.
Clara superioridad local ante el colista, del que debo decir que tiene mi más sincera admiración y ánimo ya que, a pesar de su situación en la tabla, tiene una propuesta de intentar jugar el balón y no dar patadas y balonazos sin sentido, lo cual es digno de admirar. Desde aquí desear lo mejor a ese grupo de chavales que están atravesando una temporada aciaga en resultados pero que mantienen una ilusión y una idea de fútbol que seguro que en el futuro les dará sus satisfacciones.